Desde mi experiencia como educador vengo observando que el tema de la Formación y el Proceso de Acompañamiento de adultos es un ámbito muy necesitado y escasamente atendido hoy.
Es por eso que este año en el Colegio se realizó con gran éxito un Taller para padres y apoderados sensibles al crecimiento personal desde una perspectiva cristiana.
En el Evangelio, Jesús dice: “Amar al prójimo como a sí mismo”. Y es Palabra de Dios. Siempre se nos ha enseñado desde el hogar, en el Colegio y en la Iglesia el amor a los demás, pero muy poco o nada se nos ha enseñado a conocernos, a acogernos, a valorarnos, a aceptarnos, que es el auténtico amor a nosotros mismos y condición indispensable para amar a los demás. Y eso es Palabra de Dios también.
Unos 45 padres y apoderados, exapoderados y personal del Colegio llegaron a participar en una experiencia maravillosa durante 6 Sesiones, los días miércoles de 19.00 hrs a 21.15 hrs.

.Los requisitos que se pedía a los participantes fueron explicados claramente al inicio del Taller:
1.- Ante todo, que la persona tenga un real interés de conocerse y seguir creciendo como persona.
2.- Que esté dispuesto(a) a vivir un proceso de crecimiento humano- espiritual que contemple:
• Mirar, acoger y valorar la experiencia personal.
• Escuchar y contemplar con silencio respetuoso el misterio personal y del otro.
• Compartir con otros desde sus áreas más sentidas con libertad, respeto y verdad.
• Descubrir Pistas o Caminos nuevos de crecimiento e integración humana y espiritual.

Si bien fueron 5 Sesiones, el entusiasmo, alegría y motivación del Grupo nos llevó
a organizar una 6° Sesión denominada "Compartir y Celebrar la Vida" que fuimos tomando durante el Taller en el mes y medio de duración.
Agradecemos a Lyly Serey y a Pablo Povez, pues como Animadores Virtuales seguirán
acompañando al Grupo hasta que dentro de un año volvamos a juntarnos para revisar cómo hemos ido creciendo según el espíritu del Taller.
Agradezco también a la profesora Mariela Pizarro, Coordinadora de Orientación, a la Srta. Maritza, a Don Rodrigo Olguín y al Señor Rector Andrés Prado S. por su servicio y acogida para llevar adelante esta maravillosa experiencia.

Fraternalmente
Hno. Hernán Cabrera Baeza, fms.
Facilitador